Pasa el tiempo y aquí estamos
el sol, siempre es el mismo,
la noche nos trae rumores.
Tu mano y la mía
todavía buscan el calor
de nuestros cuerpos.
Tus labios encuentran
el sabor de mis besos.
¡Me sigues besando todavía!
¿Recuerdas?
Como aquel primer día,
como si al fin los años
no hubieran pasado.
Vemos caer las hojas:
de los árboles, del calendario.
Pasan los días, los meses, los años.
Todo sigue igual,
¡igual!
Como aquel primer día.
Solamente el espejo
nos devuelve la realidad,
esa realidad de los años.
Pero nosotros seguimos
teniendo las mismas ilusiones,
seguimos con nuestro
mismo trabajo.
Reímos con las mismas cosas,
nos faltan horas del día,
y seguimos haciendo planes
hasta altas horas de la noche:
en nuestra cama...
¡en ese tálamo de amor!
¡Qué importa el espejo!
¡Las arrugas del rostro!
Si al fin nuestras almas
siguen estando unidas,
tanto como entonces...
Toda una vida
Higorca
Quiero poder un día decir también esto... Me emocionaste Higorca! Un beso!
ResponderEliminarCuánto realismo desgrana el poema,
ResponderEliminarel tiempo pasa
el tiempo vuela,
pero qué importa si el amor permanece.
Saludos cálidos querida Higorca.