El maestro José Higueras Mora nos deleita con este ramillete de bodegones florales.
¿Por qué llamar naturalezas muertas cuando algo estalla de vida?
Vamos a poner estás flores en homenaje a los niños que han muerto en la guerra de Siria y no tienen a nadie que les lleven, para que queden sobre sus tumbas.
LLANTO EN LA PENUMBRA
Lloro en penumbra el dolor
escucho el estruendo de las bombas,
el derrumbe de las casas,
el llanto amargo de la madre
que tiene al hijo muerto entre sus manos.
Ya no huele a jazmín,
ni a madreselva tampoco,
solo se nota el fétido olor
de sangre caída en la calle
de polvo dejado entre piedras.
Un año y otro, un sitio y otro
¿hasta cuándo?
Volverán a renacer las flores,
los nardos y las azucenas.
Cuando no sirvan para adornar las tumbas.
Cuando no se escuchen el retumbar de las bombas
de nuevo renacerán para
dejar su aroma en un hermoso jardín
dónde corran, jueguen
los niños libres de cualquier país.
Higorca